Lo que callamos las chicas sin personalidad.
Porque pasé una vida juzgando y ahora no sé quién soy
Desde que tengo memoria he sido la admiradora pero jamás la chica que es admirada, he deseado con codicia presentarme al mundo de mil formas, encontrar un estilo que me defina y una personalidad cautivadora, pero siempre he terminado fracasando por miedo al qué dirán, por ser la burla de mi pequeña ciudad y la ridícula del mi grupo de amigos.
Porque quiero ser vista pero me aterra la atención.
Y de tanto desear ser como las demás chicas, de tanto encontrar defectos en sus personalidades que tal vez yo pudiera pulir en la mía, el día de hoy me he descontruído. He terminado en piezas que ya no puedo encajar, porque ya no sé quién soy, qué me gusta, cómo quiero que me perciban, porque hay miles de estilos y todos me gustan pero en ninguno encajo. Porque me he convencido que soy una anomalía de la naturaleza, que nació para admirar pero nunca para crear ni tampoco inspirar, porque me he convertido en el personaje secundario de mi propia historia.
Si tuviera que describirme en una palabra no podría hacerlo, no porque no exista una capaz de englobarme, si no porque mi mente se queda en blanco, porque no sé qué soy ni en donde va esta pieza de persona en una sociedad en la que tienes que encajar sí o sí en algún rincón.
Porque hay días en que quiero ser demasiado femenina y otras más gótica, porque un día soy dramática y al siguiente una neurótica, porque quiero ser percibida como alguien interesante pero no lo suficiente para causar curiosidad.
Quiero, quiero, quiero… pero no puedo.
Porque de tantas luces que he admirado terminé perdida en las sombras.
Quizá un día me encuentre, pero me he perdido desde hace tanto tiempo que ya no sabría cómo volver por el mismo camino a buscarme. Quizá un día desarrolle una personalidad que no he copiado de algún libro, película o serie. Quizá algún día deje de moldearme al círculo social en que estoy. Quizá algún día deje de forzarme a ser alguien quien no soy para ser aceptada y encajar. Quizá algún día me acepte(n) por quiene soy, con mis piezas rotas, imperfectas, raras y feas.
Quizá…
Nunca he sabido quién soy pero siempre he sabido que quiero pertenecer y de alguna forma siempre he asociado el ser querida con moldearme a la forma de los demás. He pasado tanto tiempo fingiendo que ya no sé quién soy, ya no sé actuar con naturalidad porque todos los días interpreto a un personaje que sea fácil de querer, fácil de amar, difícil de olvidar.
Muestro versiones de mí que todos quieren ver, me guardo mis partes rotas para no incomodar, doy lo mejor de mí a pesar de tener las manos vacías.
Y en la soledad de mi habitación me cuestiono si incluso yo misma he comenzado a creerme mis mentiras, si tal vez ya ni siquiera sé cuándo algo en realidad me gusta, si sigo alguna moda porque mi subconsciente piensa que es lo que debería de hacer y no porque quiera hacerlo.
A veces quisiera apagar mi mi mente porque cada instante de mi existencia es una lucha constante contra ella, ¿debería de reír más sutil? ¿debería de hablar menos fuerte? ¿debería gesticular más al hablar? ¿debería parar de sonreír? ¿me están mirando por qué soy rara? ¿están pensando que lo que dije fue muy forzado? cada acción que hago es sometida y juzgada por mi cabeza porque ya ni siquiera esa parte de mi sabe quién es.
A mis 20s sigo en el proceso de descubrirme, de saber en dónde encajo, de tratar de entenderme, pero es un camino difícil y en el que siento que ya voy tarde. Tenerme paciencia parece una tarea casi imposible aunque no pierdo la esperanza de construir esa personalidad con la que me sienta cómoda, en la que ya no tenga que fingir. En la que dejé de sobrepensar tanto.
En la que pueda ser feliz.
Gracias por leerme <3 te invito a suscribirte para seguir leyendo mis escritos 🧚🏻
Es como si mis pensamientos diarios hubiesen sido plasmados aquí.
Sinceramente me identifico, y mucho, se que no solo yo logre empatisar con el escrito pero de verdad lo logre entender.
Me la paso buscando un lugar donde encajar, buscando que personalidad tener hoy que me pueda funcionar a ocasionar una buena impresión.
Gracias por decir lo que yo aun no puedo decir