No sé escribir pero lo hago para no ahogarme.
Escribir sin saber es un arte que he dominado y una adicción que he alimentado.
Escribir sin saber es un arte que he dominado y una adicción que día con día he ido alimentando.
Tengo que confesar algo: no sé escribir. No soy escritora ni poeta, no soy una artista ni un alma creativa, soy solo una persona perdida en la vida, soy un cúmulo de emociones a flor de piel, soy la chica que siente mucho pero dice poco, soy la niña que nunca supo expresar verbalmente sus necesidades, soy la adolescente que en su búsqueda por no ahogarse en sus penas terminó tomando un bolígrafo y una hoja y soy la mujer que como adicta ha tenido que seguir llenando páginas enteras de sus verdades más oscuras, no por gusto, si no por necesidad.
Mis escritos no siempre tienen sentido, a veces ni yo los entiendo, en ocasiones no tengo idea de que es lo que va a salir de mi cabeza cuando escribo pero una cosa es cierta: necesito escribir.
Escribo no para que mis escritos sean admirados ni mucho menos leídos, escribo porque necesito poner ahí afuera todo lo que no digo, todas las emociones que no digiero, todos los impulsos que reprimo. Escribo porque si no lo hago me ahogo, me lleno de pensamientos difusos que asfixian mis pulmones, me enveneno con palabras desconocidas que queman como ácido mi lengua.
Escribo porque es la forma que tengo de conocerme, de saber mis deseos, de reconocer mis miedos y de luchar por mis sueños. Escribo porque solo así el nudo en la garganta se afloja y un poco de aire puro penetra mi alma.
Pero no sé escribir, tengo errores en mi ortografía, falta de coherencia en los tiempos verbales, aberraciones en los signos de puntuación. No finjo que soy escritora porque lo cierto es que no lo soy, he terminado haciendo esto porque de todas las formas que existen de liberar mis demonios, esta es la única que me da alivio.
Escribir para mí es doloroso, porque cuando no tengo las palabras correctas la asfixia crece y crece, la falta de aire quema y la presión en mi alma se hace insoportable. Cuando me quitan las palabras correctas mi piel comienza a picar, inicia como un leve escozor, una mera incomodidad que poco a poco se vuelve un dolor punzante que taladra mi pecho, que hace nudos mi lengua y trizas mis entrañas. No poder escribir es como estar varada en medio del océano sin un salvavidas, sin un bote de rescate, sin esperanzas de ser salvada.
Cuando escribo me conozco, descanso, me libero y la sensación de plenitud me llena, pero como cualquier otra adicción, el alivio dura poco antes de volver a sentir esa comezón que necesita ser rascada y eliminada. Y no es que no me importe que no sepa escribir, es que no me puedo detener a perfeccionar un arte que yo no busqué, porque a mi alma no le importó que no supiera hacer esto, no escribo porque haya elegido hacerlo, escribo porque el bolígrafo me eligió a mi, el papel le brindó el exorcismo a mis demonios y el aire que necesitaba tan desesperadamente mi alma.
Así que si tú extraño que estás leyendo esto, sientes la necesidad de escribir, hazlo. Pero escribe para ti, aunque no tengan sentido tus palabras, aunque no tengas ni idea de cómo comenzar o cómo terminar, escribe porque tal vez este arte sea la única cura a tus males.
No sé escribir pero en este punto de mi vida ya hice las pases con ese hecho y acepté que esa es mi verdad.
Gracias por leerme <3 te invito a suscribirte para seguir leyendo mis escritos 🧚🏻
que hermosas tus palabras!
aunque digas que no eres artista, para mí lo eres, porque alquimizas tus demonios en palabras que tocan una fibra en los demás, ¿y qué mas arte que eso?
No me di cuenta que estaba reteniendo la respiración al leer tus palabras hasta que terminé y pude dar una bocanada de aire.
Así se sintió esta lectura, curiosamente reveladora.
Sigue escribiendo, tus palabras llegan 🌸